El consumismo es un nuevo estilo de comercio donde las personas destinan sus recursos monetarios a realizar compras de bienes o servicios que no son necesarios para cubrir las necesidades básicas del consumidor.
En el siguiente artículo queremos enseñarte cómo dejar el consumismo, adoptando un mejor estilo de vida y evitando ser persuadido por los medios publicitarios.
Antes de hacer tus compras pregúntate ¿Necesito el producto?
El consumo responsable implica un comportamiento cabal ante la adquisición de bienes o servicios, dirigiendo tus compras a cubrir las necesidades que como consumidor deseas satisfacer.
Es por esto que una de las técnicas para disminuir el consumismo es la de analizar cuáles son las necesidades que está cubriendo el producto, y si la decisión de comprarlo no se encuentra influenciada por las técnicas de mercadeo.
Además de preguntarte si el mismo te resulta necesario, te invitamos a realizar un análisis en cuanto a la calidad y precio, y así el dinero invertido sea acorde al producto que estés comprando.
Analiza si tu consumo es una compra compulsiva
Los compradores compulsivos son aquellos que pierden el poder sobre sí ante la compra de productos, realizando una adquisición por instinto, sin analizar el dinero destinado a tal fin o si el mismo resulta de utilidad.
El consumismo es un comportamiento que va de la mano con las compras compulsivas, pues en ambos se pierde el control frente a la promoción de productos o servicios, resultando, en ambos, la compra del bien.
Al final, el consumidor muestra una actitud de arrepentimiento, y vuelve a incurrir en la práctica sin ningún tipo de remordimientos por los gastos excesivos que realizó, aunque su capacidad financiera se haya visto afectada.
Establece técnicas de reparación o reutilización de bienes
Muchas personas suelen comprar muebles y electrodomésticos nuevos, cuando los que están en uso presentan desperfectos o se encuentran fuera de la tendencia que marca el mercado.
El 80% de estos tienen arreglo y pueden ser puestos en marcha con solo acudir a un especialista en el área. La reparación de estos muebles es una técnica para disminuir el consumismo.
Recuerda que el marketing se encarga de convencer o persuadir para comprar bienes, creando una necesidad que en la mayoría de los casos es ficticia, pues con el producto que tienes en tu casa puedes cubrir la misma necesidad.
Realiza mantenimiento de sus bienes
La mejor forma de alargar la vida útil de tus bienes es realizar el mantenimiento correctivo y preventivo a tiempo, pues además de garantizar el buen funcionamiento del mismo, te ahorrará mucho dinero.
Como explicamos anteriormente, en ocasiones contamos con equipos que creemos obsoletos, pues en el mercado hay versiones más sofisticadas y el marketing nos persuade a reemplazarlos, aunque el bien cumpla la misma función.
Si tenemos claro cuál es la necesidad que cubre nuestro producto, y que bajo el mantenimiento correcto puede satisfacerla cabalmente, entonces podemos aminorar esa necesidad de consumo sin control.
Programa el consumo de alimentos
No solo la compra de bienes muebles va incrustada en la práctica del consumismo, sino también, se incluye en la compra de productos pertenecientes a los rubros alimenticios.
Al realizar las compras de bienes consumibles para nuestro hogar, solemos obtener cantidades exageradas de productos que desencadenan en pérdidas por descomposición o vencimiento del mismo.
El consumismo te empuja a adquirir productos comestibles que probablemente jamás consumas, pues no los adquiriste bajo una planificación responsable ni para cubrir necesidades reales.
Utiliza el desperdicio alimentario
Además de planificar la compra de alimentos para tu hogar y evitar el desecho de productos por descomposición, es importante aplicar técnicas donde el desperdicio alimentario sea reutilizado.
En este rubro podemos incluir la elaboración de abono para plantas domésticas, utilizando los desechos orgánicos de verduras, frutas u otros alimentos, para realizar un compostaje. Esto evitaría la compra de productos fertilizantes químicos.
En estos desechos se pueden incluir los productos en descomposición que no serán destinados al consumo humano, pues aunque las compras se planifiquen, un porcentaje de esta tiende a descomponerse.
Define tu estilo de vida
En ocasiones creemos que podemos adoptar estilos de vida específicos, sin realizar antes un análisis de cuál es tu realidad financiera y lo que realmente te funciona para satisfacer tus necesidades.
Definir tu estilo de vida te ayudará a asumir, con responsabilidad y claridad, cuáles son tus capacidades para adquirir deudas, y así establecer un patrón que te indique lo que puedes consumir y a que debes renunciar.
El consumismo nos lleva a endeudarnos adquiriendo productos que muchas veces no necesitamos, solo por demostrar que posees un estatus y un estilo de vida falso, sin analizar las consecuencias posteriores.
Planifica tus compras
Sabemos lo importante que es planificar nuestras compras, pues resulta imperioso adquirir solo los productos necesarios para llevar una economía estable y evitar gastar dinero en bienes que no daremos uso o no consumiremos.
Pero además, debemos tener especial cuidado cuando existen descuentos u ofertas en ciertos productos, pues podríamos estar cayendo en el mismo plano de comprar sin evaluar nuestras necesidades.
Es importante que para estos casos realices cálculos que te permitan determinar hasta que fecha puedes consumirlos, si en realidad sería un ahorro sustentable y si los mismos no caducan con el tiempo.
Limita tu exposición a anuncios publicitarios
Solemos pensar que este tipo de marketing no puede afectar nuestras decisiones al comprar, y resulta que la publicidad está creada especialmente para desarrollar la necesidad de adquirirlos.
Los niños pueden ser las primeras víctimas con los anuncios publicitarios de juguetes, siendo además perfectamente transmisible a los adultos, pues en nuestro afán de protegerlos, los complacemos y adquirimos el mismo.
Así pues, lo mejor es evitar la sobreexposición a este tipo de marketing, evitando suscribirse a boletines de ofertas en tiendas, promociones de tarifas especiales en tarjetas de crédito, entre otros.
Evita comparar tu vida con los demás
Aunque vivimos en una sociedad donde queremos encajar, comparar tu estilo de vida con el de otros que tienen mayor poder adquisitivo, te hará sentir siempre que tienes menos.
Recuerda que las oportunidades no son las mismas para todos los núcleos y aunque puedes llegar a la altura que te propongas, esto no se logrará actuando desacertadamente o incurriendo en gastos innecesarios.
Por lo tanto, te recomendamos evaluar tu estilo de vida en un contexto aislado, sin compararte con nadie, estableciendo que todos tus sacrificios serán transformados en recompensas a futuro.
Únete a movimientos de consumo inteligente
Esta nueva era se ha abocado a crear espacios de consumo inteligente, donde te pueden enseñar a vivir un estilo de vida más sencillo, logrando entender las complicaciones de vivir bajo el consumismo.
Uno de estos movimientos es conocido como el downshifting, que consiste en aplicar estrategias para trabajar menos, o en otras palabras, laborar sin que el objetivo principal sea disfrutar de lujos, sino para vivir dignamente.
Así pues, te recomendamos unirte a este tipo de organizaciones pues te ayudarán a entender que el dinero no es un recurso que logra el fin en sí mismo, sino que por el contrario, es un medio para lograr tranquilidad.
Reinventa tu tiempo libre
Muchas veces solo compramos por aburrimiento, pues consideramos que una alternativa de diversión es pasear viendo tiendas o asistir a centros comerciales. Como ya sabemos el marketing en estos lugares hace mejor su trabajo.
Lo mismo puede pasar si invertimos nuestro tiempo en asistir con frecuencia al cine, ver películas en casa o realizar actividades en lugares donde los anuncios publicitarios están a la orden del día.
Por esto, te recomendamos planificar tu tiempo de ocio en actividades al aire libre, realizando ejercicios en parques, compartiendo en familia o en actividades donde tu atención está en el disfrute inmediato y no en el ideal de vida que deseas.
Evita el derroche de recursos
Para evitar la práctica del consumismo te recomendamos aplicar técnicas que consisten en evitar el derroche de recursos, haciendo un consumo razonable de los mismos.
Tal es el caso de los servicios básicos como la electricidad, donde podrás regular el consumo adquiriendo equipos de ahorro energético o simplemente estableciendo prácticas como desenchufarlos cuando no estén en uso.
Estas estrategias implican un ahorro en tus recursos financieros, pues pagarás menos por el servicio consumido, además de contribuir en las prácticas ecológicas para un mejor planeta.
Agota la vida útil de los productos
Antes de desechar un producto, procura que el mismo haya agotado su vida útil y así no incurras en gastos innecesarios. En el caso de los teléfonos celulares podemos ver un ejemplo muy claro.
Solemos adquirir equipos más sofisticados de los que ya tenemos, por el hecho de acoplarnos a una moda, sin ni siquiera evaluar si cuenta con aplicaciones que realmente vamos a usar.
Así pues, derrochamos una cantidad de dinero innecesaria por un móvil que satisface las mismas necesidades que el que ya tenías, pero que solo te permite colocarte en un estatus dentro de la sociedad.
Es válido concederte un capricho
Aunque solo hayamos planteado estrategias que promuevan la austeridad, también es válido concederte un gusto ocasionalmente, pues vivir privándote de todo tampoco es sano para el transcurrir de tu proyecto.
Además, si mantienes un comportamiento racional en cuanto al consumo, podrás disfrutar con más intensidad los momentos de concederte ese capricho por el que has ido reuniendo durante algún tiempo.
Simplemente se trata de establecer un equilibrio entre el racionamiento y el derroche de recursos, donde puedas sentirte cómoda con lo que tienes, sin que esto sea un sacrificio.
No apliques la inmediatez a tus compras
La digitalización de la economía es un factor que va de la mano con el consumismo, pues nos ofrece practicidad en las compras, provocando esto un incremento en el consumo
Esto a su vez contribuye al agotamiento de nuestros recursos monetarios, llevándonos a asumir deudas o hacer gastos innecesarios que repercuten significativamente en las finanzas domésticas.
Para evitar esto, te recomendamos aplicar la técnica del Do it yourself, también conocido como Háztelo tú mismo, que son opciones que promueven la creación de productos, reparación de los mismos, entre otros.
Haz compras en colectivo o directas al productor
Para evitar incurrir en precios excesivos por productos consumibles, acude directamente al productor y así, no solo obtendrás garantía en tu compra, si no también gastarás menos.
Además, te recomendamos que realices compras junto a los integrantes de la comunidad donde resides, con el fin de aprovechar los precios que aplican los comerciantes para transacciones al mayor.
Otra de las estrategias válidas es organizarse en grupos de aprendizaje de oficios, con el fin de establecer prácticas que contribuyan a la disminución del consumo y proyectan la idea de hacerlo tú mismo.
Conclusión
Todos estamos expuestos a la práctica del consumismo, pues vivimos en una sociedad donde el marketing se encuentra en todos lados, sobre todo en las temporadas especiales como navidad, halloween, entre otras.
Lo importante es mantenerte firme con tus estrategias y saber que esta práctica solo desemboca en derroche de dinero innecesario y en el peor de los casos, en deudas que no podrás pagar.
References
consumismo - Consumismo - Wikipedia, la enciclopedia libre
abono - Fertilizante - Wikipedia, la enciclopedia libre